Me parece adorable encantadora y uno de los fenómenos más bonitos del mundo. Pero como todo, oculta algo tras de sí, un ciclo un cambio una metamorfosis comparada a la del ser humano y a la de la vida. Y es que no somos más que pequeños copos de nieve amontonándose uno sobre otros para crear esa capa de nieve sobre los coches. Copos que caen las manos y bocas de los más pequeños, copos que se moldean se transforman, para dar lugar a un juego. Copos, eso somos.
Somos como copos porque nacemos, caemos y nos consumimos como se consume una vela. Vale, suena muy deprimente ¿no?, pero ¿no os encantan los copos? (y no me refiero a los de maíz) A mí particularmente me encantan, no ya sólo por lo especial que es este fenómeno, sino por lo que son capaces de hacer, como se pueden transformar prácticamente en lo que tu quieras, como se hacen una masa muy fuerte al apretarla y como se unen, demostrando que la unión hace la fuerza. Demostrando que podemos ser lo que queramos y que el brillo, no es sólo para los famosos, sino también para los fuertes, para los que aguantan y para los que son capaces de darlo todo a lo largo de su vida.
Al igual que a los copos, nosotros caemos, cosa que yo lo relaciono con el paso de la vida, y aunque el trayecto a veces de miedo, por el viento o porque veamos que vamos a caer sobre un rosal, se que seremos lo suficientemente fuertes como para sobrevivir a unas simples espinas.
Se que ha sido un blog cortito, pero he estado bastante liada, y como ya dije, encontré varias vías de escape últimamente, y buen, he estado desaparecida del plano tanto geográfico como astral. Espero que os guste esta breve entrada que tenía pendiente.
Blog de Cristina Sánchez : http://heavenonearth00.blogspot.com.es/
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