viernes, 7 de diciembre de 2012

Confía en mí.

¿Habéis escuchado la expresión: Confía en mí ? Yo sí muchas veces, y pocas han sido verdad. Sinceramente, hoy iba ha escribir sobre otro tema, pero la inspiración ha llegado tomando otra forma. 

Considero la confianza algo muy importante en mi vida, pues hay pocas personas en las que realmente confío, y supongo que a vosotros os pasará igual. Siempre nos han dado esa estocada de: prometo que no se lo contaré a nadie, y al día siguiente ya lo sabía media ciudad como mínimo. Son cosas, que a mí por lo menos, me hace darme cuenta de que hay poca gente que realmente valga la pena. 
Opino, que ofrecerle a alguien, tu confianza, tus secretos, es un gran signo de amistad, la pena es cuando esta se ve traicionada por la segunda parte implicada. Normalmente, son personas que consideras tus mejores amigos, pero que abres los ojos unos años después -NO me refiero a ningún caso en particular, hablo desde al voz de la experiencia- 
Se supone que una amistad, es algo que hay que trabajar, incluso más que una relación amorosa, pero cuando solo una de las partes pone interés, está destinado a no coexistir. Se supone, que cuando cuentas tus más oscuros secretos, tus opiniones o te muestras tal y como eres a los demás, es cuando demuestras la valía de esa persona en tu vida, no os dejéis que os cieguen las palabras de amor y falsos cumplidos.

Personalmente, no soy una persona que confía fácilmente en los demás, pues ya lo hice, y fue una catástrofe. Catrástrofe, que hubiese evitado, si hubiese sabido correctamente dónde elegir y depositar mis esperanzas. Se que todos hemos cometido este error, no una ni dos veces, muchas más. Pero los errores están para aprender, no para rendirnos, de esta forma aprenderemos a hacer las cosas bien. 

Finalmente quisiese añadir, que he estado un poco dispersa y desaparecida, y posiblemente lo vuelva ha hacer, no es que no esté inspirada, ni mucho menos. Es sólo que he encontrado otra vía de escape, y que no tengo tiempo material para andarme con florituras. Y gracias a aquella amiga que me recordó que tenía un blog. 

Recuerda: No seas un "Kiss and Tell"

No hay comentarios:

Publicar un comentario